Tras
haber indicado Floridablanca el 26 de octubre de 1808, a sus ya cumplidos 80
años de edad, (para ser mas exactos, a los 80 años y cinco días) cual era
la finalidad de la Suprema Junta Gubernativa del Reino (mírese y léase
bien, palabra por palabra, el Organo Institucional, que se "saca" el
Conde, durante sus trece largos años de retiro forzoso y de silencio total en
su Murcia natal) de cuya reflexión y pensamiento murciano, y en solo cuatro
palabras, define su alta "invención" (como casi todas las que provienen
del Sur/Este mediterráneo) al ser La Junta Suprema Gubernativa, ni mas ni
menos que, depositaria interina de la autoridad suprema. Es
como la institución de un Interregno pre-constitucional. La creación de una
especie de Regencia, en la Suprema Junta Gubernativa del Reino. O quizás hasta
la plasmación de su invención, de un cierto modo de establecer una visión, a
muy corto plazo, del tiempo que, a modo de "antesala al periodo
Constitucional" vendría, tras unos muy pocos años, (dos muy escasos) pero
que lo justifica TODO.
En este punto quiero citar a
Juan Becerril en su "Prologo a la primera edición" del magnifico
Opúsculo con ocasión del II Centenario de la creación en Madrid y en 1775 de la
"Real Sociedad Matritense de Amigos del País" por la que tanta
debilidad tuvo Floridablanca, y a la que perteneció, desde su nombramiento como
Primer Secretario de Estado y del Despacho Universal de Carlos III en 1777
(creando la de Murcia el 17 de diciembre de 1777) y Dirigió la de Matritense,
desde 1788 hasta su exoneración en 1792. Es muy interesante conocer como todo
confluyó, en unos pocos años, a la difusión de las llamadas, en muchas
ocasiones, "asociaciones patrióticas" pero en las que se
produjeron, la conjunción con los llamados "Caballeritos de Azkoitia"
(apelativo que en tono "burlesco" les puso, el jesuita, P. Isla) y
que, de modo muy pionero, y en 1764, crearon "La Real Sociedad Bascongada
de Amigos del País" y que nació en las tertulias que Xabier María de
Munibe e Idiaquez, otro Conde también "Florido", pero en este caso de
Peñaflorida, quien celebraba en su Palacio de Intsausti en Azkoitia, las
primeras reuniones de las queda mucha constancia de los primeros Ilustrados en
España.
Hechas esta aclaraciones, y
la devoción, difusión, apoyo y afianzamiento que tuvieron todas estas
"Reales Sociedades Económicas de Amigos del País" es muy útil citar,
repito, a Juan Becerril, cuando en su ya mencionado Prologo, dice que: "Autoridad
viene de "autor", el que crea. Solo quien crea puede ser autor; y crear
supone hacer realidad algo que se lleva en el espíritu, es decir, en el corazón
y en la cabeza. Todo inmovilismo es agonía, circulo cerrado. Para crear, para
tener autoridad son necesarios, además de la inteligencia, la voluntad y la
imaginación. La imaginación y el trabajo. Idea, imaginación,
voluntad, trabajo, fueron necesarios en grado sumo para llegar a la creación de
las Sociedades Económicas de Amigos del País" a las que el Conde de
Floridablanca, añado yo ahora, les dedicó en su propagación, mucha de su
actividad como Primer Secretario de Estado y del Despacho Universal, pero y muy
en especial a la "Matritense", a la que muy sabiamente le dedicó su
personal Dirección, precisamente en los años mas complejos y difíciles de su
Gobierno y desde 1788 (con su dimisión ya presentada) y con tres reelecciones
consecutivas, al puesto de Director, hasta 1792, en que Godoy, desde la
penumbra consiguió que la Reina Maria Luisa, presionara los suficiente al Rey
Carlos IV, para "exonerarlo" y desterrarlo a Murcia, cesando por
supuesto, como Director de la Matritense.
Es muy interesante observar,
para reafirmar el contenido de las duras afirmaciones contenidas en las dos
líneas anteriores, como la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del
País, se queda sin Director, durante nueve meses, precisamente los del corto
mandato del Conde de Aranda, quien deshace, solo en dos días, toda la obra de
"encage de bolillos" del Conde de Floridablanca, en su deseo de
constituir un Estado, que según dice muy lucidamente, como casi siempre, el
Académico de la Real de la Historia, don Vicente Palacio Atard, "si la
reforma del Estado proyectada por el conde de Floridablanca hubiese hallado
después de las Cortes de 1789, su culminación perfecta, nunca hubiese sido
posible un régimen personal como el de Godoy". Y así pudo ser, pero el
destino.....nos deparó.... lo que tuvimos todos que sufrir, ¡En alto grado!
Tras esta importante
aclaración, a modo de "interludio", para un mayor conocimiento del
pensamiento y la obra del Conde de Floridablanca, durante sus 13 años de
silencio murciano y hasta los muy últimos días de su existencia, no creo que se
puedan condensar mejor, todas las muy diversas afirmaciones que el Conde de
Floridablanca, escribe en el ya tan citado Primer Manifiesto de la Suprema
Junta Gubernativa del Reino a la Nación Española, cuando, recogemos en su texto
inicial, como escribíamos en el Post de este blog, del lunes pasado, pero a lo
que querríamos añadir, en el día de hoy, los siguientes extremos, algo mas pensados
y reflexionados:
En primer lugar, la "ausencia"
del Monarca y del Príncipe de Asturias del trono y su "invitación" en
Bayona y en Valançay, por Napoleón.
En segundo lugar, la "situación"
de invasión de España y de la Patria - palabra y concepto que se usa en gran
medida, así como el destino del Primer Manifiesto que es, a la Nación
Española y a todos los ESPAÑOLES, (casi siempre escrito todo con mayúsculas), y
En tercer lugar, la "interinidad"
de su concepción sobre la Suprema Junta Gubernativa del Reino, por su clara
visión, como la tuvo en Nootka en 1790 y en tantas otras ocasiones, (cuando
presentó dos veces su dimisión, por escrito, a Carlos III, el 10 de octubre de
1788, a los casi tres meses exactos de la aparición de la Primera Sátira, y a
Carlos IV, 6 de noviembre de 1789 a las escasas dos semanas de tener que
clausurar, precipitadamente, por los sucesos revolucionarios en Paris, unas
Cortes que tenían mucho futuro....) dado que ya tenía una cierta y amplia
visión sobre el futuro, a muy corto plazo, de la situación general en España,
en Europa, en las Indias y en los Mares del Sur.
Permítaseme que diga, al hilo
de esta importante decisión tomada por Floridablanca de Presentar su dimisión,
decisión producto de una profunda reflexión - como todas las muchas e
importantes decisiones en su años de gobierno ministerial, que no de
"dictadura ministerial" - que como veremos en el análisis del
contenido de este Primer Manifiesto, en el que se contienen muchos juicios y
razonamientos, que estaban en el ambiente, pero que Floridablanca impulsa y que
la Junta Suprema adopta "por acuerdo, en 10 de noviembre de 1808, y que
certifica Martín Garay, vocal secretario general".