Es muy conveniente seguir paso a paso, en la medida en que podamos, como se inicia no solo el funcionamiento
sino hasta la construcción del edificio de la
Domus Hispanica tan apoyada y recomendada, desde el mismo año de su Testamento, 1364, por el artifice, ideador, creador y defensor, a toda costa, no solo de traspasar sus ideas, sus dibujos y hasta los semi-planos de su construcción, sino igualmente como decía en su Testamento de que "
según el gasto y la manera de vivir que yo ordenaré", es decir de como deben vivir los colegiales.... sus futuros
Estatutos, que veremos en su momento.
Ahora dediquemos unas cuantas ideas a la
Casa de los españoles.
No existen dibujos o planos iniciales sobre ello, o al menos no se han encontrado aún en los archivos, pero es un hecho que don Gil de Albornoz y Luna, afirma en su Testamento que "
quiero y ordeno que los sobredichos Fernando Álvarez, Abad de Valladolid y Alfonso Fernández, mi camarero, y cada uno de ellos, tengan cuidado de vigilar la construcción de la sobredicha casa o colegio y capilla".
El encargo lo hace casi tres años antes de morir, y si lo dice
con tanto enfasis en su Testamento, es porque "l
es mando y ruego con cuanta fuerza puedo, que residan en Bolonia después de mi muerte al menos durante dos años continuos, patra cumplir las cosas sobredichas".
Quizas la mas interesante/importante es que nuestro fundador el cardenal presbitero de San Clemente y obispo de Sabina, don Gil de Albornoz y Luna, tiene el firme proposito de superar las graves dificultades que los estudiantes de la Baja Edad Media, tenían a su llegada a la prestigiosa Universidad de Bolonia, y a cuyos extremos hemos apuntado antes: alojamiento, manutención y modo de acceder a los estudios universitarios. La solución, que desde Ancona rondaba su mente, era sencilla, compleja y grandiosa: construir un edificio en el que los españoles pobres y llegados con el atractivo de la Universidad de la jurisprudencia, la teología y la medicina, pudieran vivir juntos en una "Domus Hispanica", a construir en un lugar decente y con una manera de vivit que va pensando, elaborando, mandando y ordenando ya en su tan citado Testamento de 29 de septiembre de 1364.
He aquí pues que el encargo a los sobredichos Fernando Álvarez de Albornoz, sobrino de don Gil y Abad de Valladolid y Álfonso Fernández, su camarero, que va tomando no solo cuerpo ideal, sin también material por que el proyecto de Colegio estaba ya elaborado y firmado
el 5 de abril de 1365, a menos de siete meses de firmar su Testamento.
Estamos ante un hecho ¡
de una espectacular eficacia! El contrato, com bien afirma el colegial Amadeo Serra Desfilis, tanto la publiación de su Tesis doctoral de 1988, "
Matteo Gattapone, Architetto del Coleggio di Spagna" publicada en los Studia Albornotiana, en el Vol. LVIII y también en el importante y cuidado libro "
España y Bolonia", Fundación Carolina, Madrid 2006, pp 17-30 asegura que en la citada fecha, también se firmó el contrato con los maestros constructores Andrez di Pietro, Mino di Panfilo y Zanone di Tura, pues, y dice textualmente que: "
éstos debían sujetarse a una traza discutida por el cardenal Albornoz y dichos maestros siguieron las instrucciones del fundador, de sus representantes (Vernando Álvarez y Alfonso Fernánez) o del
ingegnerius Matteo Gattapone de Gubio.
Pero las obras de la Domus Hispanica, ideada y concebida mucho antes del testamento de 29 de septiembre de 1364, "
avanzaron con rapidez de suerte que a finales de mayo de 1367 (en menos de dos años) podían darse por concluidas en lo principal, aunque el cardenal lamentó en una carta dirgida a su sobrino que quedasen pendientes labores de acondicionamiento y decoración del edificio hasta que, en 1368 llegó el primer grupo de colegiales hispanos".
Es importante señalar también que el edificio, y
segun indudables instrucciones de don Gil, debía se construido en un lugar decente cerca de la universidad y concebido en torno a un
Patio cuadrado, dando frente a la entrada a la Capilla en honor de San Clemente Martir, precisamente por el lado del patio, en el que se construyeron - tal cual existen hoy - las 24 camaras individuales para los estudiantes, en dos planos, con arcos goticos porticados, y las dos escaleras de subida a dicha planta, así como la distribución de Salones y del Refectorio, donde se servía la manutención, cuyos detalles y contenido veremos en los
Estatutuos.
Quizás lo mas destacado era el hecho de que en aquellos tiempos en el que las ordenes religiosas tenían domritorios comunes y aunque algunos poseían lugares de estudio individuales, esta
Domus Hispanica habia conseguido, en tan poco tiempo, con su
Patio central y
cuadrado en torno al que giran la Capilla a San Clemenet, las habitaciones en dos alturas mientras y en los lados este y oeste, se encuentran los ambientes rectangulares de mayor tamaño. No podemos dejar de señalar que todo estaba pensado y reflexionado por don Gil, para establecer un ambiente maximo para el estudio, la ausencia de los ruidos de la ciudad, y la posibilidad de que los colegiales tuvieran un lugar de encuentro para conversar, hablar de sus estudios, y como no, tener la paz requerida para dichos menesteres,
los estudios, tema central, básico y esencial de toda la Fundación albornociana.
No podemos dejar de señalar que la Domus Hispanica, fue sin duda un elemento muy avanzado en aquellos mediados/finales del Siglo XIV, en los que se comenzaron a construir muchos Colegios, que no han llegado a sobrevivir. Nuestro Colegio de los Españoles es hasta anterior al New College de OIxford, que carece de esta estructura "centripeta" del Patio central y cuadrado, porque su estructura es rectangular para albergar a unos 70 estudiantes, aunque no hay que olvidar que dicho Colegio, se fundó en 1379, unos años después de nuestro Colegio de España y que originalmente fue hecho en honor y recuerdo de la Virgen Maria.
No obstante queremos añadir unas notas adicionales a las construcción y el inicio de la
Domus Hispanica, obra maxima del cardenal presbitero de San Clemente y obispo de Sabina don Gil de Albornoz y Luna, cuya obra continua tal cual, enriquecida con cuadros, pinturas, renovados frescos y mobiliario que constituye un ejemplar realmente único en el mundo, gloria de España y de las Diocesis de Cuenca y Toledo tan vinculadas a la vida y las obras de don Gil. Pero queremos señalar las siguietes cuestiones:
1ª.- A pesar de ser la obra magna del cardenal Albornoz, al idearla y concretarla durante su vida, y encargar testamentariamente a su sobrino y a su camarero que se ocuparan de su construcción, de la que él nunca fue ajeno, y de proveer a la compra de bienes para obtener las rentas suficientes para su mantemiento, y viviendo muy cerca de Bolonia, tanto desde Ancona como desde Viterbo,(practicamente el triangulo cuya cuspide es la Domus Hispanica) ¿Como en sus ultimos casi tres años de vida
don Gil nunca fue a verla ni volvió a poner sus pies - aque no su corazón y su mente - mas en Bolonia?
2º.- Solo las desavenecias manifiestas entre el cardenal presbitero de San Clemente y obispo de Sabina, el papa Urbano V, su cardenal Anroin de la Roche y sus pactos encubiertos, pero no secretos con el tirano Visconti, pueden darme, por el momento, una cierta justificación. Albornoz había querido volver a Avignon, como lo hizo en su anterior "crisis" en 1357, pero quizás por ello le encomendaron su Legado a Nápoles, cosa que inició y cumplió con creces, a fines de este mismo "año magico" de 1364.
3ª.- Pero no hay que olvidar que don Gil de Albornoz y Luna, como hemos citado textualmente en el parrafo mas importante de su Testamento de 29 de septiembre de 1364, anuncia que en la Domus Hispanica, que crea en aquel momento y a cuyos colegiales hace herederos universales de todos sus bienes, decide ir informando ya y adviritiendo, a sus sobrino y a su camarero, de como han de vivir los citados Colegiales del Colegio de España "según el gasto y la manera de vivir que ordene".
Creo que vamos llegando al momento, en que pasados ya los relatos que hemos veniudo haciendo desde el día 1º de este importante mes de diciebre del 2014, último del año de los fastos/celebraciones/contradicciones de que estamos siendo objeto, creo que debemos pasar sin mas retraso a considerar los
Estatutos de la Domus Hispanica, que sin duda fueron también ideados, escritos y aplicados en los primeros Estatutos que su sobrino y su camarero debieron escribir hacia el
12 de mayo de 1368.
Un unico pero importante dato. La mutua influencia entre Étienne Aubert, su Profesor en Toulouse, y luego cardenal con él en el mismo consistorio de Avignon, así como su elevación al pontificado como Inocencio VI, tuvo tambien un pacto/acuerdo, no muy conocido pero que habría que elaborar en otro momento. El mismo papa construyo un Colegio en Toulouse, el de San Marcial, anterior a la Domus Hispanica, pero también para estudiantes pobres y que sin duda tuvieron los dos mas de una conversación y mutuas influencias entre él y el cardenal don Gil de Albornoz y Luna, que en cierto modo iban construyendo el pensamiento, la ideación y la concepción del su Colegio de España.
Creo que no se ha hecho el suficiente elogio y analisis de la importante relación entre ambas y fundamentales personalidades de la Iglesia en aquel momento. Y como ya no tenemos mucho tiempo, dejemos constancia en un fresco que debería estar en la Domus Hispanica y que refleja la importancia de la relación que vengo solo de "apuntar" entre Inocencio VI y el cardenal Albornoz. Existe en la capilla de los españoles del Convento de Santa Maria Novella, en Florencia, una pintura del Siglo XV que reproducimos al final de este post, en la que aparecen juntos Inocencio VI y el cardenal don Gil de Albornoz y Luna.
La leyenda del fresco dice así: Inocencio VI junto al cardenal Gil Albernoz y el emperador Carlos IV.
Fresco de la capilla de los españoles del convento dominico de Santa
María Novella, Florencia (Italia)
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Estimo que este fresco contiene ya en el Siglo XV la confirmada importancia que la Universidad de Toulouse, los estudios en ella, de don Gil de Albornoz y Luna, y su relación con Étienne Aubert, su Profesor en Derecho Canonico, que también lo fue de Derecho Civil y además Abogado en ejecicio, tuvieron en el desarrollo, entre don Gil de Albornoz, como cardenal presbitero de San Clemente y obispo de Sabina, y Étienne Aubert como papa Inocencio VI. | | |
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