Parte III: La nunca llamada "Tercera Legación" de don Gil Álvarez de Albornoz y Luna, en Nápoles. (21)
Evidentemente que la firma, conocimiento y difusión del importantisimo Testamento de don Gil Álvarez de Albornoz y Luna , firmada en la Roca de Ancona, en la camara alta, el 29 de septiembre de 1364, se corrió como la pólvora entre los eclesiasticos primero, entre el puieblo y osbretodo entre los tiranos y dueños de tierras de esclavos, enseguida, pero muy en especial el tema se difundió en la curia de Avignon y mas aun entre los muchos cardenales, proclives a la estancia en Francia, y sobretodo a mantener todos los ligamentos y conexiones - peligrosas para la Iglesia de Roma - con los Visconti, dueños de la Lombardía. El cardenal don Gil Álvarez de Albornoz y Luna, obispo Sabinense, cardenal presbitero de San Clemente, Legado y Vicario Pontificio en Italia, a pesar de todos los pesares del inepto cardenal Androin de la Roche, fijó su residencia en Ancona, que para él y para todos es el puerto que controla la navegación en el mar Adriático y ademas la salida natural de la "